Hilario Carrazco es miembro de una organización campesina. La sala de su casa es una lonchería, donde vende herramienta y galletas cubiertas de polvo. Recuerda la última vez que se fueron a huelga fue en el 88, «se puso duro, se cayeron trailers allá por el Rosario, quemaron empaques, hubo un par de muertitos…»